martes, 11 de octubre de 2011

Y brindar, porque estamos vivos.

Pasar la tarde contigo. Hablar, tocarnos, sonreírnos. Tu color por todas partes, tu olor en todas las flores. Llevar tu beso en la boca mientras ando por la calle.

Que se vaya el sol y largarnos nosotros. Meter una botella de champán en el coche y salir por ahí a quemar el motor. Como dos locos, como dos fugitivos que huyen de las farolas.
Mirarte de reojo, como si no supieras que de ti me gustan hasta las cosquillas. Parar en el segundo descampado a la derecha de una carretera comarcal (y todo recto hasta el amanecer).

Ponerme a contar tus pecas y perder la cuenta entre tanta estrella. Sacar dos copas y brindar, brindar porque estamos vivos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

2977.

¿Cuántas personas puede haber aquí? No lo sé, pero muchas. Tantas como víctimas, probablemente más, ¿a quién le importa?

Y míranos, todos callados, como idiotas. Ella se pasaba el día cantando, ¿por qué demonios tenemos que recordarla en silencio?
Si estuviera aquí seguro que sacaría su guitarra y se pondría a tocar. Mary Jane y su pequeñaja eléctrica, como ella la llamaba, inseparables.
Hoy hace diez años que las cuerdas de la pequeñaja cogen polvo en el trastero.

Al recordarla tarareando con la guitarra en la mano empiezo a llorar otra vez. Miro a mi alrededor y no me sorprende comprobar que no soy el único. Tal vez alguno de ellos también esté echando de menos una voz, una canción.

Me pregunto si los desconocidos que me rodean tienen la misma sensación incómoda que yo ahora mismo, si ellos también encuentran esto vacío o por el contrario se sienten a gusto entre el sonido sin decibelios de todos estos corazones rotos.
A mí desde luego que este silencio no me sirve de nada, de nada en absoluto. Ni siquiera si todas las personas de NY se unieran a él serían capaces de rescatar los sueños que quedaron enterrados entre escombros y ceniza aquel fatídico 11 de Septiembre. Ni siquiera el mundo entero en silencio podría devolverme el sonido de su risa.

Ahora su nombre será, para algunos, uno más entre los 2977 que hay grabados en el Memorial. Un nombre más, una vida más cortada sin razón, sin vuelta atrás. Una de las muchas víctimas de lo absurdo y lo cruel del ser humano.
Para otros Mary Jane seguirá siendo hija, hermana, amiga, novia, alumna, la chica del bar... Para mi será siempre MJ, mi niña de ojos verdes.



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Por todas las Mary Jane que murieron en aquel atentado, por sus familiares y amigos.


Por todas y cada una de las víctimas de las guerras.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Premio "Flor de Cerezo".

Lo primero, muchas gracias de nuevo, Lola :)

A los demás os dejo su blog, http://verdaderoamor-one-love.blogspot.com/, un rincón muy entretenido donde encontraréis entradas con sus vivencias, pensamientos y consejos.

Y ahí van las normas del premio:



Publicar una entrada en el blog en la que se anuncie el nombre de la persona que te ha premiado y un enlace a su blog.

Premiar a seis personas, cuyos blogs te parezcan buenos, dejando su nombre y un enlace a su blog.
Colocar la imagen del premio en la entrada.

No premiar a nadie que ya haya recibido este premio.
Especificar en la entrada que hay que anunciar todas las normas cada vez que se premie a alguien.

CONTAR TU MAYOR SUEÑO.



*Si no se acepta el premio, se debe avisar a la persona que te premió para que pueda premiar a otro.

Mis seis premiados:

Schmetterling!, de Bailame el Agua . (http://labailarinadecristal.blogspot.com/)
Alas de papel. (http://alasdepapel-alasdepapel.blogspot.com/l-alasdepapel.blogspot.com/ )

Dos chicas fantásticas, amargas y dulces a la vez. Picantes pero tiernas.

Coral, de Noches en Papel. (http://nochesenpapel.blogspot.com/)
Kalizse, de Obscura Nox. (http://letrasdetintainvisible.blogspot.com/ )
Elendilae, de No Disparen a la Pianista. (http://nodisparenalapianista.blogspot.com/)
Y por último una gran blogger; María, de A Cualquier Otro Lugar.(http://www.acualquierotrolugar.com/ ) La sigo desde hace tiempo y... me encanta. :)

Al no ser un premio muy concreto, tipo premio al más divertido o al más sorprendente, simplemente he escogido seis blogs que yo visito con frecuencia. Si tenéis tiempo y aun no les conocéis no dudeis en entrar, os aseguro que merecen la pena.



Y ahora ha llegado la parte más difícil, contaros mi mayor sueño. Realmente no sé qué deciros, podría enumerar unos cuántos pero ¿cuál de ellos es el más importante? No lo sé.
Puede que simplemente vivir, y disfrutar al máximo de ello.
¿Cómo? Haciendo las cosas que me gustan, jugar con las estrellas, escribir, coleccionar miradas astronautas, sentir, querer con todas mis fuerzas.

martes, 23 de agosto de 2011

Por fin de vuelta.

¡Hola a todos/as! :)

Hacía bastante que no pasaba por aquí, de hecho hacía bastante que no escribía. Pero ayer eché de menos mi rincón, vine a echar un vistazo y me encontré nada más y nada menos con un premio. ¡Guau!
Desde luego fue una gran bienvenida, y desde aqui le doy las gracias a Lola, de http://verdaderoamor-one-love.blogspot.com/

Siento no haberte dejado ningún comentario, Lola, pero levo intentándolo unos quince minutos y mi ordenador se niega a hacerlo, aun no tengo ni idea de por qué ^^'
Hoy no tengo tiempo, pero la próxima semana publicaré el premio con sus correspondientes normas.

Gracias a todos por seguir viniendo por aquí, espero traeros muchos textos nuevos de aquí en adelante. Trataré de compincharme de nuevo con mis musas, que ganas no me faltan ;)


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Me acuerdo como si fuera ayer. Tú viniste sonriente, con la baraja de cartas en la mano y a mí se me escapó un suspiro

- ¿Otra vez, Héctor?

Te reíste, me diste un beso en los labios y te sentaste en la silla de en frente. Yo sonreí también y aparté el café mientras te ponías a escribir en una carta sin dejarme verla. No me equivocaba; ibas a hacer el mismo truco de siempre.
Me harías escoger una carta, me dirías que no la olvidara por nada del mundo y yo te diría "si me miras con esos ojos me desconcentrarás y la olvidaré". Después yo metería la carta entre las demás de nuevo, tú barajarías y extenderías todas las cartas sobre la mesa, boca abajo, todas menos una.

- Dime cuándo quieres que pare -. Dijiste mientras tirabas poco a poco algunas cartas sobre la mesa.

- Ya -. dije yo cuando llegaste al dos de corazones.

Como me esperaba, me hiciste mirar la carta durante un buen rato, para que no se me olvidara por nada del mundo. Cuando te diste por satisfecho metí mi carta en la baraja.
Cumpliendo mis expectativas, extendiste las cartas en frente de mí, dejando una boca arriba, pero como de costumbre esa no era mi carta.

- Mira esa, la que está levantada, ¿es esa tu carta?
- Qué tonto eres... sabes que no.
- Seguro que lo que pasa es que no te acuerdas bien, a ver si va a ser verdad que después de tantos años todavía soy capaz de desconcentrarte.

Lo que más me gustaba de todo no eran tus trucos, a pesar de que aun sabiéndomelos de memoria me hacían reír, si no que tuvieras razón: después de tanto tiempo nuestra complicidad seguía intacta y todavía me desconcentrabas cuando hacías cosas como acariciarme la nuca.

Sabía lo que venía a continuación, tú cogerías la carta que había quedado boca arriba, le darías la vuelta y en el reverso se leería dos de corazones. Cuántas veces habrías hecho ese truco durante los últimos años, ¿mil? ¿dos mil?

- Levanta la carta, Amanda.

Hice lo que me pedías, planeando hacerme la sorprendida, pero mi plan resultó innecesario. Esta vez en el reverso se leía ¿Quieres casarte conmigo?
Aquel truco no era más que un truco... pero lo que yo sentí en ese momento fue mágico, te hablo de magia de verdad.

sábado, 2 de julio de 2011

Érase una vez, miradas astronautas.

¿Qué tal va el verano? Espero que tengáis ya una buena dosis de emociones disueltas en agua de piscina. :)

Yo me voy de viaje dentro de unos días, y es posible que hasta agosto no tenga mucho tiempo para pasar por aquí. De todas formas os dejo un texto que escribí anoche como despedida, y os agradecería mucho que no dejarais de venir de vez en cuando para regar mi inspiración con algún comentario, y así de paso evitáis que esto se llene de polvo mientras yo no esté. ¿Os parece?

Yo trataré de pasarme por vuestros blogs, cosa que por cierto sigo haciendo, aunque últimamente no haya podido comentar. Y... nada más, desearos un mes cargado de experiencias nuevas, de sonrisas, de polvo de estrellas, de recuerdos que derritan el frío en invierno y, por qué no, de miradas astronautas.


Érase una vez, miradas astronautas

Y no en un mundo lejano, ni en un tiempo remoto, si no aquí mismo. Ayer, hoy, puede que mañana; cada vez que tú y yo nos miramos.
Porque en mitad de este mundo contaminado también hay cosas que valen la pena. No hay sangre azul (ni falta que hace), pero sí miradas que vuelan. Y es que me encanta cuando nos miramos así, como antes.

Cuando lo hacemos, nuestra complicidad estalla en miles de bengalas chiquititas y me acelera el corazón. Entonces, mis sentimientos se lanzan a mis pupilas en un gesto kamikaze y confiesan que tienen ganas de besarte. Es una suerte que tus ojos respondan como lo hacen, con una mirada que nos arrastra hasta que estamos piel contra piel, a pesar de no habernos movido del sitio. Cuando nos miramos así, un sentimiento extraño surge de nuevo entre nosotros y se expande, hasta inundarlo todo. Su magia es tan fuerte que a veces sigue expandiéndose y se hace tan grande que, en mitad del día más soleado de verano, es capaz de alcanzar la cara oculta de la luna. Cuando llega allí arriba, aprovechando su ingravidez, da unas cuantas volteretas, y mientras lo hace yo puedo sentir su vértigo en mi tripa, como si con solo mirarme me hubieras convertido en una pequeña trapecista espacial.

miércoles, 22 de junio de 2011

Más gatas estrellas y menos Gata Luna

¡Hola! :) Vengo a hablaros de Gato.

Para los que no recordéis bien quién es y sobretodo para aquellos que aun no le conocen, puedo presentároslo aquí:
http://thechelseadaggerney.blogspot.com/2011/02/otro-pais-otra-ciudad-otra-vida.html


Gato se ha cansado de perseguirla por las esquinas se sus recuerdos, de esperarla lamiéndose las heridas.

Se ha cansado de toparse con el reflejo de su bohemia rota en cada charco, y, con un maullido, pone fin al tiempo de la constante luna nueva y se dirige a las estrellas, a ver si alguna le guiña un ojo. A ver si, con suerte, le devuelven el ronroneo, le dan un cabezazo gatuno de esos tan agradables y se frotan contra sus penas hasta que salga el sol.

Esta noche, Gato busca sardinas con travesura pero sin espinas, gatas de ojos que besen sin morder, gatas que arañen la espalda sin dañar el corazón. Gatas que hagan vibrar las vidas que le quedan sin robarle ninguna, que sepan amarle sin hacerle morir de amor.

viernes, 10 de junio de 2011

Quedarse sin pétalos a golpes de primavera.

Detesto a los novios de Nora. Con esos cabrones siempre es la misma historia; llegan de repente, y yo noto por cómo la miran que les gusta su forma de mover los labios al hablar. Poco a poco ella les engancha, y cuando se fijan en la graciosa curva de su cintura, se quedan.
Empiezan una relación con ella, Nora se confía y les abre la caja de sus sueños. Y la de su imaginación, y la de su pasado, y la de su presente.
Desde el principio se regala en cada beso, y deja que el contenido de las cajas de su vida baile entre los vuelos de sus faldas de colores.

Desgraciadamente, llega un punto en el que mientras ella sigue regalándoles como si tal cosa los pétalos de su primavera particular, ellos empiezan a besarla de un modo distinto. Y acaban largándose. Con más o menos delicadeza, todos le arrancan un último pétalo y se van.
Yo no puedo soportarlo, ella les da su primavera y ellos, no contentos con no darse por enterados, la entierran en una gran montaña de frío.

Entonces las lágrimas de Nora entran en otoño. De nuevo, siempre es la misma historia, verla marchitándose en cada desayuno.

Pero después de la caida de la última canción que le recuerda al ladrón que se fue, viene el invierno. Un invierno desagradable que, sin embargo, no supone mucho problema; su hielo no es imposible de derretir. El problema de verdad es el que Nora no quiere admitir, que cuando ellos se van, se llevan una parte de ella. La misma que ella decidió darles sin importarle lo que pasara después.

Con la llegada de la nueva primavera de Nora, ella vuelve a florecer. Haya nuevo candidato a odioso novio o no, ella tararea y sonríe. Y le sigue fascinando la nata montada, y es feliz. Pero a pensar de eso yo sé que hay mentira en sus verdades, que cada vez le faltan más pétalos.

De acuerdo, también sé que a ella le gusta quererles. Me lo ha repetido mil veces, pero no puede seguir así. Que no, que no puede jugar de esa manera con las estaciones, porque a este paso se va a quedar sin pétalos.