viernes, 27 de mayo de 2011

En el tren, en todas partes.

Entrego mi billete y entro en el vagón. En la otra punta, diviso a una chica joven, morena, apoyada en la ventana con aire soñador. De lejos, su perfil recuerda al de Irene. Me quedo quieto, sin moverme de mi asiento. Aunque me gustaría hacerlo no me acerco a ella, porque sé que cuanto más me aproxime yo, más empezará ella a parecerse a sí misma, hasta hacer desaparecer a Irene de su silueta.

Ebrio de soledad, te veo a ti donde se sienta ella. Casi parece que vuelves a mirarme como lo hacías antes, con esos ojos que me mordían el corazón en cada pestañeo. Poco a poco, el traqueteo del tren se rompe en rebeldes olas azul intenso, que chocan contra la arena mojada de nuestra playa favorita, y y yo volvemos a estar juntos en una tarde de marzo. Y sonríes, y te acercas como siempre, vestida pero con los besos desnudos y el alma juguetona, enredada en tu risa y en tu olor, en las fresas con azúcar que tanto te gustaban.

Yo te digo que me pasaría el resto de mi vida mirándote, pero entonces la chica del fondo del tren, esa en la que estoy volcando tu recuerdo, se levanta y viene hacia mí. Con cada paso que da un poco más de ti cae al suelo y se deshace sin hacer ruido, mientras las facciones de esa chica comienzan a parecerse cada vez más a las facciones de una extraña. Una extraña sonriente y guapa, pero una extraña que no eres tú.

- ¿Tienes hora? - me pregunta con voz inocente, pero su mirada me pregunta algo distinto. Supongo que habrá malinterpretado que haya estado observándola todo este tiempo.

- No, lo siento. - le contesto yo. Y aunque lleve reloj, es cierto que lo siento. Siento no haber sido capaz de sacarte de mi vida todavía, Irene. Lo siento mucho.

16 comentarios:

  1. Fuaa, finalazo. "Siento no haber sido capaz de sacarte de mi vida todavía, Irene. Lo siento mucho".

    Me en canta como escribes, conforme iba leyendo, tenía en mi mente cada una de las escenas que tan poéticamente has descrito ^^

    Una preciosidad de relato :)

    ResponderEliminar
  2. Me ha parecido muy cinematográfico, me lo he imaginado como una escena de una peli.

    Probablemente por quien más lo sienta sea por él. Quizás ella le haya podido olvidar, y él aún tenga que cargar con su recuerdo.

    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Que increíble, a ¿cuantos alguna vez nos habrá pasado eso? de ver a esa persona en TODOS LADOS, el mejor final le diste! beso♥

    ResponderEliminar
  4. Impresionante. En serio, pedazo de entrada. Siento no haber entrado antes pero la universidad asfixia... Al menos estoy aquí de nuevo :)

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  5. muchas gracias de verdad! muchas gfracias por tu comentario, te espero cuando quieras :)
    tienes un blog precioso por cierto, precioso :)
    muchas gracias :)
    te espero cuando quieras en mis pequeños delirios :)
    Delirios de una chica bipolar**

    ResponderEliminar
  6. Pues sí ha sido muy cinematográfico yo también me imagine una especie de película :) Me ha gustado!
    un saludo!

    ResponderEliminar
  7. Vaya... espero que si pueda olvidarla. ¡Pobrecito! Una entrada preciosa. Un beso.

    ResponderEliminar
  8. Creo que diga lo que diga me voy a quedar corta. Me encanta la forma en que lo has descrito. Como han puesto aquí por arriba, era como una película, me los he imaginado totalmente. (y de la última frase si que no tengo palabras).

    ResponderEliminar
  9. Oh, gracias :3 yo también te sigo... no por ese rollo de me sigues, te sigo. Sino porque he leído por aquí muchas cositas, he echado una ojeada... y este blog es bonito, bonito.

    Seguiré pasándome por aquí.
    Un placer
    <3

    ResponderEliminar
  10. Perfecta entrada, hay cosas que no se pueden olvidar.
    Un beso grande, bello blog!

    ResponderEliminar
  11. Ese espléndido final me deja la misma sensación de angosto vacío que supongo bloquea al sujeto de tu historia.
    Me gusta, especialmente, el proceso de vestir y desnudar de Irene a la chica anómima.
    Me alegro de haber descendido de los tejados para encontrarte en este relato.

    Besos.

    ResponderEliminar
  12. increible texto, un pulso genial, y unos recursos bestiales, da gusto encontrar a gente k escribe asi de bien, enhorabuena de verdad, y permiteme que a partir de ya te siga, 1saludo.

    gran historia, gran entrada...

    ResponderEliminar
  13. El hecho de que la chica se llame igual que yo... me ha hecho sentir... ¿feliz? En el sentido de que no me puede sacar de su vida (me ha invadido el egocentrismo por un momento jajaja)

    ResponderEliminar
  14. Hermoso blog!
    Te dejo el mío para que te des una vuelta ..
    Hoy: Autoconstrucción; cuantas veces te lastimaron? Ya mismo tenes la oportunidad de terminarlo todo.

    Que tengas linda semana :)

    ResponderEliminar
  15. El tiempo que pasamos con alguien es igual a la cantidad de recuerdos que tenemos de ellos. Hay quienes conquistan con la mirada y hay quien tocan el corazón acercándose un centímetro cada día. Me ha encantado :)

    ResponderEliminar
  16. Ebrio de soledad, te veo a ti donde se sienta ella.

    Eres genial.Nada más que decir.
    Mua

    ResponderEliminar

A tí también te haría ilusión que te dejaran un comentario, ¿no? :)