Aquella chica iba a acabar con él, ya era oficial.
Era ...demasiado perfecta. Demasiado imperfecta, demasiado distinta a todas las demás. Además, cualquiera que la viera sonreír entendería que aquella era más que una sonrisa bonita o fea, era sencillamente única.
Ella. Solo ella. Total y absolutamente incomprensible, un caso a parte, que dicen.
Ella y sus impredecibles cambios de humor, ella y sus enfados tontos. (Pero tenía que reconocer que aún estaba más guapa cuando se enfadaba.)
http://www.youtube.com/watch?v=pquhYpGHrlw
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