jueves, 2 de septiembre de 2010

Quiere(te) si pretendes que te quieran.

Coge agua fría con las manos y hunde el rostro en ellas. Levanta poco a poco la cara y se ve en el espejo, con montones de gotitas que resbalan por sus mejillas o quedan colgadas de su nariz antes de precipitarse hacia el lavabo del baño. Mientras recorre sus facciones con los ojos se da cuenta de que está frunciendo el ceño aunque casi imperceptiblemente, con una nota crítica en sus cejas despeinadas.
Y, ¿por qué? ¿Acaso es tan importante que su nariz pudiera llegar a ser más bonita si fuera algo más afilada, o que sus ojos sean marrones y no de un azul intenso? ¿Quién decide cómo se es guapa? Al fin y al cabo si hay algo subjetivo es la belleza, ¿no? Para gustos los colores.
Y decide que ella quiere ser su propio color favorito. Siempre. Independientemente de que se lleven rubias en vez de morenas.

Se lanza un beso sonriente a sí misma, da media vuelta y se mete en su habitación. Enciende la radio y se quita los vaqueros y la camiseta. Después abre el armario y saca sus tacones negros.

Se los pone y camina entre los acordes de una nueva canción hasta el espejo de cuerpo entero que hay detrás de su puerta. Sin exigencias y sin rastro de maquillaje, se saluda a sí misma casi desnuda, con un conjunto de ropa interior de encaje que es cómodo sin dejar de hacerla sentirse sexy. Deja caer sus ojos por sus curvas, y recorre cada centímetro cuadrado de su piel sin una sola mueca de desaprobación, sin detenerse a analizar si sobran o no kilos de más; Desde sus tobillos hasta sus rizos negros.
- ...Es verdad que hoy mi pelo no tiene su mejor día, pero no hay nada que no pueda arreglarse con una sonrisa, ¿ves? ahora sí que estoy guapa... - Se dice de cara a su reflejo,
disfrutando de su manera de sonreír mientras se toca el pelo, dispuesta a olvidar cualquier ridículo prototipo 90.60.90 que quiera superponerse a sus ganas de sentirse atractiva.

1 comentario:

  1. La belleza supera largamente a la inteligencia, no requiere explicación.
    Eso no lo dije yo, pero lo digo, que no es lo mismo pero es igual.
    En fin, me sacaste una sonrisa y eso me hace sentir bien.

    Agradecido estoy, su pluma me alegra, y mucho.

    Saludines.

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